EL DÍA EN QUE TÚ NACISTE, YO MORÍ...

Dicen...

... Que de los errores se aprende, que se vuelve uno más sabio, que se hace uno más fuerte.
... Que la vida siempre da segundas oportunidades, que nunca es tarde para un nuevo cambio y para volver a ser feliz.
... Que después del temporal viene la calma, que después de la tormenta siempre sale el sol, que no hay mal que por bien no venga.
... Que Dios así lo quiso, que hay que aceptar su voluntad, que siempre es para mejor...

Dicen y dicen muchas cosas, pero vivir en este infierno es tan distinto. Ya no quiero seguir viviendo, lo hago por inercia, ya no hay sueños ni luchas que ganar, porque esta batalla frente a la vida, ya la perdí...
Me invento motivos para respirar. En tres segundos, se me desvanecen. El tiempo sigue sin parar, remarcando en mi cuerpo cicatrices. Mi vida se estancó como el agua que se pudre lentamente. No puedo dar un paso hacia adelante, pues para mi ya no hay camino. No creo en el futuro, no espero nada de él. Fracasé y me retuerzo en frustraciones y decepciones. No más, te lo pido... Por favor.
Ya no puedo más, ya no aguanto más... Ya no quiero más. Día a día voy perdiendo la poca vida que me queda, las esperanzas se van desvaneciendo. Por favor, quiero que todo acabe. No quiero morir, sólo quiero despertar de esta pesadilla que se hace eterna y tú la haces peor!
Y nadaré, nadaré hasta que el cuerpo aguante y seguiré nadando hasta que ya no queden fuerzas ni para respirar. Y nadaré y seguiré nadando hasta que las olas poco a poco me tomen de las manos y me lleven hasta el fondo, haciendo realidad mi realidad. Me ahogaré a grandes escalas en mis propias lágrimas y dejaré de respirar la vida que hace un tiempo atrás dejé de vivir...
Camino un camino sin final.
Miro en el espejo mi reflejo cansado.
Sueño sueños imposibles de cumplir.
Sonrío con sonrisa compasiva a una vida que jamás quiso vivir.

Vivo horas que el reloj dice que avanzan.
Mi tiempo parece no escucharle.
El pasado no es pasado, ni el futuro es incierto.
Porque no existe futuro, si no vives el presente.

Las lágrimas son abrazos que me cobijan.
Ante el miedo que me produce continuar.
Los pensamientos, cuchillos afilados.
Y el suicidio, la manera más linda de escapar.

Dejad de nombrar a Dios en tus plegarias, porque no sois santo ni yo la virgen María!