Camino un camino sin final.
Miro en el espejo mi reflejo cansado.
Sueño sueños imposibles de cumplir.
Sonrío con sonrisa compasiva a una vida que jamás quiso vivir.

Vivo horas que el reloj dice que avanzan.
Mi tiempo parece no escucharle.
El pasado no es pasado, ni el futuro es incierto.
Porque no existe futuro, si no vives el presente.

Las lágrimas son abrazos que me cobijan.
Ante el miedo que me produce continuar.
Los pensamientos, cuchillos afilados.
Y el suicidio, la manera más linda de escapar.